Excusadora

Estoy maravillada de la facilidad y creatividad que tengo para inventarme excusas. En esta oportunidad el motivo para que desarrolle el despliegue de mi talento excuseril es una boda a la que yo no me hubiera invitado.
Y ahí voy...
Me tengo que comprar un nuevo par de sandalias ( ninguna de las que tengo me sirve ni combina con el vestido).
Tengo que ir a buscar el vestido a la tintorería (con lo que me costó elegir el vestido adecuado para esta boda... por cierto... la tintorería me queda solo a una cuadra)
La iglesia queda justamente en la otra punta de la ciudad (justo los taxis aumentaron la tarifa la semana pasada)
Estoy invitada a la fiesta después de las 12.30 ( qué hago entre la ceremonia y la fiesta?)
Conozco sólo al novio ( ni siquiera sé cómo se llama la novia...)
Es una linda oportunidad para conocer gente nueva ( ahá... y?)

La verdad es que no me gustan mucho las bodas, no tengo ganas de ser la chica desconocida que llega sola y no quiero sociabilizar con nadie nuevo...

La verdad es que estoy mucho más dañada de lo que yo misma quiero reconocerme.

La verdad es que todavía no me perdono.

La verdad es que no voy a ir.