El que se fue y el que está llegando....

Estoy casi convencida que hacer un balance del año el último día del año, no me brinda la perspectiva que necesito para hacer un balance. Tampoco creo que hacerlo una semana después haga la diferencia óptica, pero al menos ya estoy en otro número.

Entonces, a siete días de iniciado un número nuevo, aquí estoy, mirando para atrás y sospechando para adelante.

Y ahí atrás quedó más de lo que no quiero,
mi soledad corriendo en la ruedita del hamster,
Peter Pan y su eterno síndrome,
los finales tristes y crueles,
los maltratos,
y las figuritas repetidas...

y también ahí atrás, está todo eso que me ayudó a comprender

que 2+1 es 3 y 3 también es 1+1+1,
que puedo pensar en cuidar a alguien (más)sin dejar de ser yo,
que puedo con una cachorra y hasta me divierto,
que escaparse no es lo mismo que irse,
que no saber qué pasó y cómo está es cruel,
que no se lo deseo a nadie,
que tres días sin reír es demasiado,
que salir a buscar hizo que encuentre,
que exponerme me angustió mucho, pero no fue tan grave,
que mi nuevo dibujo me cambió para siempre..
que ya sé lo que quiero ser cuando sea grande,
que contar historias me divierte y me emociona,
que mi paciencia taurina me regaló una noche inolvidable
y que los hombres inteligentes y divertidos me enamoran...

Y este que recién llega me recibió con
besos por celular,
protección divina,
y proyectos de trabajo
que me hacen sospechar que esta pajarita distraída tendrá un año para levantar vuelo.

Creo, deseo y quiero

QUE ASÍ SEA!!!!!!