Monday, July 10, 2006

Crónicas mundanas

La vida que se desarrolla en esta ciudad... no deja de soprenderme....

11.30 am. Subte línea D tren con destino a Catedral. Estación Pueyrredón. Un ladrido me sacó del estupor de lectura de mi Rolling Stone mensual. Un perro en el subte? Por un momento pensé que era algún desquiciado oficial canino de "la federal" pero recordé rápidamente que esos llevan bozal y están entrenados para no ladrar.... solo se comen a los ladrones.... pero no les ladran. Habrán dejado bajar a alguien con un perro? intentó explicarse mi limitada razón....era raro.... El asombro decidió no darme tregua y para propinarme un nuevo sobresalto, al abrirse la puerta subió al tren, el mismísimo perro que hacía oir su ladrido.

Subió... dió una vuelta sobre sí mismo y se echó sobre el piso del vagón como si fuera su viaje de todos los días. El resto de los animales que ahí nos encotrábamos, solo teníamos una única mirada que reflejaba, asombro, estupor, sopresa, ternura, miedo e incomprensión. ( aunque muchos de estos sean sinónimos)

Viajó con nosotros.... luego de dos estaciones, el vértigo de la velocidad le provocó un vómito ... pero tuvo la prudencia de levantarse e ir a vomitar en un rincón justito al lado de la puerta.... parece que no le resultó propio de sí mismo eso de andar vomitando en el subte... así es que.... se lo comió y fue a echarse, esta vez, a los pies de una bonita chica rubia, que creo no se enteró que había sido la elegida del can.

Estaba asustado, nervioso y agitado. No se lo veía bien, aunque él estaba buscando estar tranquilo y en paz. Su presencia en el subte no hizo más que agitar mi alma y poner de manifiesto que un vulgar perro desconocido puede hacerme sentir el ser más miserable del mundo. Mi angustia nacida en otros rumbos ancló en este puerto y un par de lágrimas se asomaron a mi ojitos. Montones de preguntas se asomaron al balcón de mi cabecita, no pude contestar ninguna, no pude ajustar el rumbo de mi angustia y no pude hacer nada por ese perrito al que espero que el gran Dios de los perros haya protegido.

Mientras tanto... aquí sigo... ahora con un pregunta más en mi larga lista.

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